Los trastornos capilares son las quejas más comunes entre los pacientes que se presentan en clínicas de dermatología y pueden ser temporales o a largo plazo.
Los resultados prometedores obtenidos del uso de terapia con células madre en muchos pacientes con pérdida de cabello han cobrado mayor relevancia en los últimos años. Las células madre mesenquimatosas derivadas de varios tejidos se utilizan en enfermedades capilares debido a su capacidad para diferenciarse en diversas células y su potencial para la angiogénesis.
Las células madre se obtienen de células fetales (cordón umbilical y saco amniótico) o de células adultas (dientes, médula ósea o tejido adiposo). Aunque los métodos de obtención de células madre pueden ser diferentes, en los últimos años se han realizado muchos estudios sobre terapias con células madre mesenquimatosas obtenidas del tejido adiposo en enfermedades capilares. En particular, las células madre mesenquimatosas obtenidas del tejido adiposo provienen de tejido adiposo blanco y marrón.
Este método se prefiere porque no es costoso y se pueden obtener un número ilimitado de células. Las células madre mesenquimatosas también son las células madre de los fibroblastos y queratinocitos. La función más importante de estas células es su capacidad para diferenciarse en diferentes tipos de células mediante la liberación de varios factores de crecimiento. Los avances recientes en la biología celular y molecular del cabello y la piel han llevado a la introducción de la terapia celular en este campo.
Las células madre del cabello se han convertido en una nueva fuente de esperanza para el tratamiento de enfermedades capilares. Los folículos pilosos son la principal fuente de células madre multipotentes en la piel. La división y diferenciación de las células madre potencialmente reparan los folículos dérmicos y los folículos pilosos.