¿Qué es el Botox?
Botox® es una de las marcas más conocidas de inyecciones de toxina botulínica. Las toxinas botulínicas son neurotoxinas que afectan los nervios y causan debilidad muscular. Puedes recibir inyecciones de toxina botulínica por razones estéticas o médicas. Nuestros médicos inyectan pequeñas cantidades de Botox en músculos específicos para suavizar arrugas, prevenir migrañas y tratar una amplia variedad de otras condiciones de salud.
¿Cómo funciona el Botox?
El Botox bloquea las señales nerviosas que llegan a los músculos, impidiendo que los músculos inyectados se contraigan (se tensen). Aunque estos efectos son temporales, pueden durar varios meses. La elección del músculo a inyectar depende del área específica que se desea tratar, y es posible tratar varias áreas en una sola sesión.
¿Qué aspectos estéticos se pueden tratar con Botox?
Las inyecciones de Botox se utilizan para abordar los signos del envejecimiento. Este tratamiento puede suavizar las líneas finas y arrugas en varias áreas de la cara, incluyendo:
- Cejas
- Frente
- Nariz
- Ojos (patas de gallo)
- Labios
- Mentón
- Línea de la mandíbula
- Cuello
¿De qué está hecho el Botox?
Los neurotoxinas utilizados en Botox son producidas por una bacteria llamada Clostridium botulinum. Los profesionales de la salud emplean un tipo específico de esta bacteria (tipo A) para las inyecciones médicas.
Las toxinas botulínicas se encuentran de forma natural en el suelo y en alimentos contaminados. Si se consume una gran cantidad de toxina botulínica o si la bacteria entra en contacto con una herida, se puede desarrollar botulismo, un grave trastorno del sistema nervioso que afecta la respiración. Para garantizar la máxima seguridad y efectividad, el Botox se produce en un laboratorio, donde los técnicos diluyen y esterilizan las toxinas botulínicas para evitar que causen botulismo.